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    ¡Ya puede empezar a crear cursos!

    Moodle es un sistema de gestión de aprendizaje de código abierto que permite a los educadores crear y administrar cursos en línea. Ofrece una variedad de herramientas y recursos para organizar el material del curso, crear actividades y cuestionarios, alojar discusiones en línea y hacer un seguimiento del progreso de los estudiantes.

    La plataforma es altamente personalizable y puede adaptarse a las necesidades específicas de cada institución o curso. Esto significa que los educadores pueden crear cursos que se ajusten a sus objetivos y metodologías, y personalizarlos para el aprendizaje de cada estudiante. Moodle también admite tanto entornos de aprendizaje síncronos como asíncronos, lo que permite a los educadores organizar eventos en vivo y proporcionar recursos para el aprendizaje a su propio ritmo.

    Moodle es ampliamente utilizado en instituciones educativas de todo el mundo, desde escuelas primarias hasta universidades. También es popular en programas de formación profesional y empresarial. Además, la plataforma es accesible para usuarios de diferentes habilidades y necesidades, lo que la hace inclusiva para todos los estudiantes.

    La comunidad de Moodle es activa y diversa, compuesta por educadores, desarrolladores y usuarios de todo el mundo. La comunidad contribuye al desarrollo y mejora continua de Moodle, y proporciona soporte, recursos y documentación para los usuarios. La plataforma también ofrece una gran cantidad de recursos y herramientas para mejorar la experiencia de los usuarios y fomentar la colaboración y el aprendizaje interactivo.

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Este curso virtual titulado: “LOS SENTIMIENTOS PARA NIÑOS DE 5 AÑOS” pretende comprender la realidad emocional de los estudiantes para identificar, conocer, aceptar y gestionar lo que son como personas e integrarlo a su mundo real y social. Se trata de transformar paradigmas acerca de la inteligencia emocional y comprender su gran importancia y así, ayudar a nuestros niños a gestionar sus emociones y sentimientos para que haya un equilibrio en su inteligencia emocional.

Estamos atravesando tiempos complejos para el crecimiento y desarrollo de la persona humana. El mundo avanza en materia de economía, ciencia, tecnología y realidades sociales a una velocidad que es difícilmente asumible y digerible por la humanidad. Cada día necesitamos una mayor preparación en múltiples competencias para desenvolvernos en cualquier ámbito profesional o social y la escuela, con su función educativa, no escapa de esta realidad emergente. Como responsables educativos, el tiempo apremia para implementar contenidos y estrategias que favorezcan la educación integral de los niños/as y jóvenes logrando que se desarrollen plenamente como seres humanos y contribuyan a la transformación social desde valores más humanos, fraternos, solidarios.

Los seres humanos tenemos que aprender a convivir con nuestros “fantasmas”, es decir, con las realidades vulnerables y limitantes que forman parte de la esencia de criaturas que nos constituye. Nuestras alegrías y tristezas, miedos y ansiedades, asombros y rabietas son parte inherente de la persona y requieren una atención prioritaria de parte de la escuela para lograr el equilibrio del ser interior y la positiva realización del individuo como un todo integrado. De la apropiada canalización de nuestros “fantasmas diarios” traducidos en elementos psicológicos y emocionales, depende gran parte de la felicidad a la que estamos llamados.

 

En los últimos años, quizá alertados por los grandes desequilibrios emocionales que sufren nuestros niños y jóvenes, estamos abriendo los ojos y vamos descubriendo que la educación escolar tiene un papel fundamental en la formación emocional y espiritual (entendida como fuerza y energía interior) de los estudiantes para facilitar una educación holística y de calidad que contribuya a lograr la realización personal y social de los alumnos que vienen a nuestros centros educativos.

 

Hoy en día estamos urgidos, y ya vamos tarde si no actuamos con prontitud, de una alfabetización masiva a nivel emocional y espiritual que aporte a los estudiantes de los centros escolares una inteligencia emocional y espiritual capaz de generar conocimientos, herramientas y puesta en práctica de acciones que equilibren e integren toda su realidad vital en lo personal y en lo colectivo. Como expresan el Dalai Lama y el arzobispo Desmond Tutu en su texto, El libro de la alegría, “estamos convencidos que nuestro mundo actual irá humanizándose más, el día que ponga a la educación en el centro de la sociedad, pero ¿qué tipo de educación? Sin duda, aquella educación que forma en valores humanos, en integración emocional y en generosidad de espíritu”.